Cuando aún no se han calmado las aguas del tsunami mediático acontecido tras la publicación en las redes y televisiones brasileñas de un vídeo amateur anónimo que mostraba a unos estudiantes de la FURG haciendo una performance al desnudo, para recibir a los nuevos alumnos del Instituto de Letras y Artes (ver mi artículo El precio del arte, el valor del cuerpo desnudo), leo ahora en la prensa brasileña la denuncia de un nuevo caso de censura.
En este caso, se trata de la programación en la Fundación Cultural del municipio Rio do Sul, del Estado de Santa Catarina, del Festival Transforma 2024, que ha sido vetada por expreso deseo de su alcalde. Un evento cinematográfico de talante LGTBQIA+, organizado con el apoyo del Estado de Santa Catarina y cuyos contenidos no pueden considerarse escandalosos a día de hoy, puesto que celebra ya su octava edición. Una programación que ya había podido ser disfrutada, sin ningún problema en absoluto, en otras ciudades del Estado. Entre ellas quiero citar a Laguna por ser una ciudad que conozco, además de ser la cuna de Anita Garibaldi.
Al igual que en el caso de la FURG, el Ministerio Fiscal ha reaccionado activando una investigación sobre lo acontecido, aunque en Santa Catarina lo que se está examinando es si existe posible delito de transfobia en la decisión del alcalde de suspender el acto en su municipio, algo que en Brasil está duramente penado.
Si en el caso de la FURG lo que el Ministerio Fiscal ordenó investigar es la libertad de utilización del propio cuerpo como material artístico, en el caso del Festival Transforma lo que la policía está analizando es si existe delito en la pretensión de impedir la visibilización de otras concepciones o visiones del cuerpo humano a partir de la identidad sexual y de género libremente elegidas. Interesante diferencia que dice mucho, y bueno, a favor del Estado de Santa Catarina, curiosamente gobernado por la ultraderecha, y bien poco del único Estado brasileño gobernado por un representante públicamente asumido del colectivo LGTBQIA+, el Gobernador Eduardo Leite. Un Estado, el de Rio Grande do Sul, donde la policía está perdiendo su tiempo investigando si constituye algún tipo de delito el hecho de que un grupo de alumnos realizara una performance en la que los cuerpos se mostraron al desnudo dentro de uno de los espacios expositivos de la Facultad de Letras y Artes (ILA) de la Universidad Federal de Rio Grande (FURG).
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