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NADA CAMBIÓ Y NADA CAMBIA. Alberto González Pulido

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El poder, desde que el mundo es mundo, tiene una gran capacidad para aparentar, para seducir, para engañar a los ojos y oídos del ciudadano, otorgándole una mentira como sustento de su fantasía libertaria.

Es curioso como Domingo hace referencia a uno de mis discos preferidos de toda la historia de la música. Y aún más curioso que el contexto en el que surge es demasiado parecido al actual.

En Brasil, con Bolsonaro en el poder; y en muchos otros países en los que se incluyen España e Italia, se ha constatado un auge de la extrema derecha cuanto menos preocupante. Esto es un fiel reflejo de una realidad latente, sibilina, opaca; que oculta la carencia total de valores democráticos, y que revela una sociedad retrógrada, y sobre todo, muerta de miedo.

Material impreso, entre el que se encuentra este texto, en la muestra Arte Anarchia en el MACRO Asilo de Roma, 19/03/2019 al 31/03/2019

Desde 2016, la libertad creativa y de expresión en España está siendo vulnerada sistemáticamente, y lo peor es que a casi nadie le importa. El poder que la policía española tiene para decidir el qué y el cómo parece propio de otros tiempos, tiempos peores. Un peligro para la democracia y para el progreso del ser humano, que parece caminar como los cangrejos hacia un precipicio fascista y demente.

En el caso concreto de la muestra que se exhibe en MACRO Asilo de Roma, el temor de Domingo tiene total razón de ser. La ridiculez de la prohibición, que en este caso es totalmente accidental, del uso de imágenes de agentes de policía en el desarrollo de sus competencias como funcionarios públicos, provoca una preocupación y un miedo anacrónicos, que hostigan al creador y al periodista hasta límites que sobrepasan lo surrealista, y que atacan frontalmente nuestros derechos civiles más básicos.

La ley 14 /2015, llamada “ley mordaza”, otorga a las fuerzas de seguridad la capacidad casi total de juzgar y sancionar simultáneamente, sin que juez alguno medie confirmando las medidas tomadas. Esto supone una situación de indefensión alarmante, y una vulneración de varios preceptos constitucionales de nuestra carta magna del 78.

Sin embargo, poco o nada se ha hecho para derogar tan polémica ley. Es más, entran en juego ahora nuevas normativas ( la LOPDGDD 3/2018, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales, y la futura directiva europea 2016/280 de Propiedad intelectual) que suponen un menoscabo mayor a la protección de la libertad de información y de expresión en el ámbito digital, y que allanan el camino para que futuros gobiernos controlen y manipulen la información que los ciudadanos reciben de los medios y de las redes.

Por todo esto, la analogía con Panis et circensis acierta de lleno. Circo en los medios, circo en las redes …; todo para que se postergue esta situación tan preocupante y que la ciudadanía calle y trague, como viene haciendo desde hace tiempo. En España la amada transición democrática ha sido un engaño total que nos ha domesticado, ha cercenado cualquier capacidad crítica, y que ha provocado una sumisión total ante la corrupción sistémica de nuestro querido país.

Un país malinformado e ignorante es fácilmente gobernable. Y quien poco protesta nada consigue. Espero por el bien de nuestra especie, que a partir de ahora hablemos más alto, y que aprendamos de las mujeres, que saliendo a la calle se consiguen las cosas, aunque cueste algo de pan y circo.

El vídeo del que se habla se puede ver en https://vimeo.com/315218430

 

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