El domingo fue la presentación del Tracapelló de Marcel·li Antúnez en el Convent Carmen. Me cuenta Marcel·lí que en él se puede ver todo el proceso de gestación de la obra, incluyendo algunas imágenes que, por cuestiones técnicas, solo ahora han podido hacerse públicas. Todo un lujo.
Foto: Paula Felipe
Personalmente estuve ayudando en el montaje del “Eden” que mi compañera Janice Martins diseñó para la edición de este año. Como salió un día soleado y el jardín estaba lleno de gente que disfrutaba del ritmo marcado por La ostra azul, el montaje de la obra funcionaba casi como una performance. El proyecto estaba concebido, tal como ella misma explica, como “Un jardín dentro del jardín” y los montadores (Ángeles Chacón y Esther Cataluña, además de Martins y yo) cumplíamos el rol de jardineros/carpinteros. Se trata de un homenaje a la obra del mismo título que Helio Oiticica creó en plena dictadura militar para denunciar las difíciles condiciones del arte en un contexto tan represivo como el Brasil de los años sesenta. Una experiencia atópica que entonces y ahora se propone como antídoto frente a la uniformidad y el conformismo creando un espacio portátil que anima al sensual disfrute del amor y la belleza -siempre a través de los ritmos tropicales y la apasionada concepción del mundo de esta artista brasileña.
Foto: Estrella Jover
El lunes fue un día tranquilo. Junto0 al resto del equipo, comimos con Paula Fraile que está haciendo un interesante proyecto de señalización de los chicles pegados en el suelo, titulado “El rastro Involuntario”. Ha elegido algunas de las calles más canallas de la ciudad, buscando señalar con su trabajo algunas de nuestras características esencias no contaminadas todavía por el turismo. También estuvimos hablando Janice Martins y yo con Sinistro, un artista italiano que está montando un proyecto en el que se nos cuenta de forma plástica que “no importa el color, somos todos migrantes”. Una idea que empezó a trabajar como un mural que ha sido borrado y que ahora está re-construyendo, con otra forma pero manteniendo la misma intención. Para ello pide la colaboración de los transeúntes, que dejan las huellas de sus pies, impresas en varios colores sobre un fondo negro. También nos cuenta que inaugura exposición en otro espacio, pero eso será otro día.