Foto: Ana Cian Foto: Estrella Jover
Este viernes hubieron varias acciones callejeras en nuestra programación. Participé en la acción “I’m watching Art” de Marta Ruiz Anguera que tuvo lugar en la puerta de nuestra sede, en la calle Conde Trenor. Allí, la artista montó un pequeño dispositivo a través del que se requería la colaboración del público para participar en un proyecto a través de la red Whatsapp. No voy a decir más porque hoy se repetirá la acción y no conviene avanzar más información. Tan solo animar a quienes pasen por allí a que atiendan la invitación de Ruiz a participar en la experiencia. También andaba por la zona el proyecto “Territorializando”, de Van Jesús, con el que la artista marcaba con una tiza gigante su recorrido por el centro histórico, cruzándose en algunos momentos con los chicos de Caminart que andaban a lo suyo, siguiendo las rutas marcadas en nuestra programación. Y también tuvo lugar la acción Obrint Fronteres en la Plaza de la Santa creu.
Foto: Octavio Juan Foto: Estrella Jover
Estuve, también, en el “Skin sense sensei” de Fabrik Nomade en el Refugio de la Calle de Serranos. Una impresionante experiencia multisensorial, vivida la mayor parte del tiempo en completa oscuridad, en la que los espectadores se ven obligados a atender las escasas señales que les llegan a través del sonido, del olfato y, sobre todo, del tacto. El contacto con el espectáculo se produce a través de los roces y los susurros, incluso a través del aliento, de personajes visualmente indiscernibles que igual gritan desgarradamente que reclaman por un beso, la mayor parte del tiempo siguiendo el ritmo marcado por el chelo. Personalmente me gusto mucho la experiencia, pues el hecho de sentirme aislado en la oscuridad de aquel espacio (previamente se nos había conducido a un lugar diferente a cada uno de nosotros) me pareció turbador y hasta en algún momento llegó a ser inquietante, pero sin llegar nunca a ser siniestro. En los momentos en que se podía percibir algo con la vista veía numerosos cuerpos en movimiento que interactuaban con el espacio y entre sí. Entonces se podía ver que algunos estaban desnudos y que otros llevaban vestidos, pero sin saber en ningún momento qué era exactamente lo que estaba ocurriendo, ni quién era la persona que me lanzaba su aliento o buscaba el roce con mi cuerpo. Otro gran trabajo, a mi juicio, de este grupo de artistas coordinado por Wiliam Petit.
Fotos: Octavio Juan
Después pude disfrutar de la divertida presentación de Ana Elena Pena, en la ex Iglesia del Convent Carmen y de la música insomne de Arcúgal y Raponchín en los jardines de este espacio. Y a última hora volvimos a pasar por el estudio de Yica Djuric i Gang donde presentaba su música Jahsanti Selektor). Entre tanto, Omar Jerez y Julia Martínez presentaron su proyecto ¿Es Omar Jerez el artista más odiado del arte español? Una propuesta consistente en la emisión en pantalla gigante de las más violentas escenas de tortura y asesinato de grupos terroristas como ISIS, mientras algunos miembros de Intramurs repartían comida entre los asistentes, algo que provocó el rechazo generalizado del público. Una denuncia del cinismo nuestro de cada día, cuando consumimos acríticamente las imágenes de los media, que fue percibida por parte del público como una provocación, en unos casos justificada y en otros no tanto, siendo estos últimos los que dotaron de sentido al título del proyecto.