Ayer fue el gran día de la moda en este Intramurs. El desfile organizado por Visori fue el acontecimiento del día, sin desmerecer otras propuestas como las planteadas por William Petit y la omnipresente Fabrike Nomade. Presentó una colección titulada Slave que tanto podía interpretarse como el diseño de vestuario para una superproducción de ciencia ficción al estilo de Dune como una alegoría premonitoria de los malos tiempos que se avecinan, marcados por el repunte de los fascismos y las políticas totalitarias. Algunos de los ropajes me encantaron, y caso de tener que acabar sometido a alguna dominatrix ya he elegido cuál es el modelo que más me favorecería.

 Foto: Ana Cian   Foto: Octacio Juan

  Foto: Estrella Jover

El miércoles estuve ayudando en el montaje del Amor atòpic de Pep Tur, cuyas manos alfabetizadas nos hablan de todo aquello que nos gustaría decir y tantas veces callamos. También asistí a la performance Mira’t, Toca’t, totes podem de Mireia Pérez. Una de las más esperadas de esta edición pues en ella se abordaba el tema de la eyaculación femenina. Un fenómeno absolutamente natural que, sin embargo, se ha mantenido hasta época muy reciente en el más absoluto oscurantismo, tal como explica Pérez en los folletos que editamos para la ocasión. Un asunto que, al parecer, todavía es entendido como absoluto tabú por algunas personas. Estratégicamente situado, para conseguir una óptima visualización del juego de pantallas y espejos, la acción presentaba un complejo montaje con un interesante juego de reflejos y veladuras dispuestos para acompañar la masturbación de la artista, que estaba planteada como una propuesta simultáneamente artística y pedagógica. La performance quedó parcialmente frustrada por la intervención del responsable del Convent Carmen, que cinco minutos antes de empezar presionó a la artista para que eliminara de la misma la parte más explícita, tal como ella misma nos comunicó en el momento de empezar su acción. Pese a ello, la performance funcionó perfectamente, sirviendo el absurdo intento de censura para poner en evidencia la importancia y la necesidad de trabajos como este, que contribuyan a acabar con todos los tabús que todavía existen alrededor de la sexualidad femenina.

   

Fotos: Ana Cian

Cuando comentamos con Pérez, al acabar la performance, nos explico que se encontraba fatal por haber aceptado las presiones. También a mí, personalmente, me parece totalmente fuera de lugar ese comportamiento de última hora, por eso quiero incluir a continuación el comunicado que la artista nos ha pasado y que en nombre del equipo de Intramurs suscribo:

“Encontramos necesario denunciar los hechos sucedidos escasos minutos antes de la intervención artística “Mira’t, toca’t” de Mireia Pérez Rodríguez, ya que la censura de este trabajo es algo que no representa los valores de Intramurs ni de la propia creadora.

Una intervención que cuestiona los dispositivos y la dirección de la ciencia ginecológica y sobre autoexploración del cuerpo “femenino”. La obra está compuesta por una acción performática y una instalación artística que le sirve de escenografía. Se cuenta, además, con un dispositivo de retransmisión en directo de la acción mediante pantallas.

Entendemos que fue una falta de respeto para la artista y para las personas asistentes, pues nos parece inaceptable que a última hora los responsables del espacio decidan suprimir o cambiar a su antojo el trabajo ajeno. Un trabajo que, por otra parte, en algún momento dudamos se pararan detenidamente a intentar entender.

Además, cabe apuntar que el desarrollo de una acción performática requiere de una energía y un estado mental determinado, que en este caso no ha sido respetado. A pesar de todo, estamos orgullosos del resultado final del trabajo y de su acogida por el público”.