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CRÍNICA DEL PRIMER SÁBADO DE INTRAMURS – Domingo Mestre

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El día tuvo sus nubes y claros, con algunas lloviznas que obligaron a suspender algunas de las actividades programadas, pero hubo mucha gente disfrutando de la programación que se mantuvo sin cambios. Yo tuve mucho trabajo en la sede central, y no pude ver gran cosa, así que mejor voy a seguir contando algunas cosas del viernes. Por ejemplo la visita que hicimos al taller de Yika Djuric que está incluido en la programación de Mini Intramurs. Una agradable experiencia en la que pudimos comprobar lo bien que se lo pasan los chavales y conocer a esta colorista pintora nacida en la actual Serbia. Nos cuenta que llegó a Valencia tras vivir una larga temporada en Japón y que aunque ha habido momentos en los que la docencia del arte ocupaba la mayor parte de su tiempo ahora no es así, pues se dedica exclusivamente a pintar salvo contadas excepciones como la de esta edición Intramurs.

Foto: Cristina Carreño. Yika Djuric en su estudio.

En la tarde del viernes también estuve disfrutando de la atrevida y divertida música del duo mallorquín Codo y después, al igual que la noche del sábado, participé como expectante espectador de la danza experimental de Fabrik Nomade en la ex Iglesia del Convent Carmen. Una potente propuesta en la que los cuerpos se mueven de forma aparentemente libre pero sabiamente coordinada por la batuta – o mejor debería decir los tacones- de William Petit. En la presentación del viernes hubo momentos especialmente emotivos para mí, como ese instante en el que Petit depositaba el cuerpo de Melanie, una de las bailarinas de Fabrik Nomade, entre los brazos de la gente que formaba parte del público. Un gesto que nos incorporaba de forma física al espectáculo, pues yo fui uno de los elegidos y puedo dar fe de ello. Otros momentos particularmente brillantes son aquellos en los que el sonido de los tacones sobre el mármol del suelo se percibe como ritmo musical, amplificado de forma muy especial por la acústica reverberante del espacio, y nos hace reflexionar sobre aspectos relacionados con la belleza y el género.

Foto: Ana Cian. Fabrik Nomade en la Biblioteca publica
Foto: Estrella Jover. Codo live en Convent Carmen

También estuve conversando ayer con Marcel·li Antúnez y su pareja, la videoartista Begoña Egurbide, que vinieron a presentar el audiovisual de su proyecto del año pasado, el Tracapelló. Antúnez me explicó que, para él, esta era la verdadera obra, pues lo todo lo que se construyó el año pasado forma parte del proceso y acabó siendo purificado por el fuego, al igual que los catafalcos falleros. Y me hablaron muy bien de la Transitional Dislocations de Cuerpo Ficción, un evento al que me quedé con las ganas de asistir por culpa de otras tareas urgentes que reclamaron mi atención.

Viniendo hoy, de camino hacia la sede central de la calle Conde Trenor, pasamos por el estudio de Victoria Cano donde se muestra una impresionante muestra de su trabajo centrado en la relación del arte y la naturaleza con algunas piezas dedicadas al sesenta aniversario de la riada de 1957. Unas obras en las que la relación del río con la ciudad se muestra de forma especialmente creativa y contundente. Me hubiera gustado quedarme a esperar la llegada de las rutas de Caminart, que tenía prevista una visita guiada al espacio dentro del programa de momentos, pero tenía que escribir estas líneas y tendré que esperar a otra ocasión, pues siempre me ha interesado mucho contrastar mis lecturas del arte con las que hacen, más si son auténticos especialistas como ellos. Esta tarde voy a ayudar al montaje del proyecto de Janice que se ha traslado a los Jardines del Convent Carmen y podrá disfrutarse de 18 a 22 horas. Estaré por allí todo el tiempo así que, si venís, seguramente nos veremos.

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